La adaptación de lentes de contacto blandos (LCB) implica una responsabilidad inmensa por parte de los profesionales de la salud visual. En este sentido, es fundamental tener en cuenta diferentes características de estos lentes, incluyendo el material y los parámetros dimensionales que se calcularán y probarán para determinar el lente de contacto adecuado para el paciente. Dado que los LCB gozan de alta popularidad y son de fácil acceso tanto para el profesional como para los usuarios, es preciso que se aborden aspectos importantes de las características de esta amplia gama de lentes, con el fin de fortalecer el criterio clínico.
Es preciso comenzar con los tratamientos de superficie disponibles los LCB en la actualidad. Desde el advenimiento de los LCB se hidrogel de silicona (HS), surgió la necesidad de buscar estrategias para humectar la superficie del lente debido a la hidrofobicidad de este material. Para abordar este desafío, la tecnología ha concebido sistemas de adhesión de superficies hidrofílicas o la incorporación de moléculas humectables en la matriz del material. Estos avances han inspirado adaptaciones similares en los lentes de hidrogel convencional a través de tecnologías de gradientes de agua. El propósito de estos sistemas es situar en la región más externa del núcleo de hidrogel de silicona la superficie de hidrogel con su alto contenido de agua. Esto permite articular los beneficios de la humectabilidad del hidrogel y la oxigenación del HS.
La incorporación de moléculas o agentes humectantes en el núcleo del material del LCB ha demostrado, a través de la investigación, mejorar la calidad visual de los pacientes, probablemente relacionada directamente con la humectabilidad de la superficie. Además, se ha reportado una mejoría significativa en el confort de los usuarios que utilizan estos lentes. En este sentido, al evaluar un paciente recién adaptado con LCB o en los controles periódicos, especialmente si se presenta algún motivo de consulta relacionado con la incomodidad y la reducción de la calidad de la visión, se debe evaluar cuidadosamente la salud de la superficie ocular. Esto permite correlacionar los problemas con la falta de humectación de la superficie, donde la película lagrimal no se mantiene, se rompe y genera zonas hidrofóbicas.
También se ha reportado que los pacientes que utilizan LCB HS con agente humectante interno pueden experimentar una mejor comodidad y aliviar los síntomas de aquellos que previamente han manifestado molestias y reducción del confort con otro tipo de LCB. Esto resalta la importancia de tener la precaución necesaria en cuanto a la adaptación de LCB de remplazo diario. Aquí es importante verificar si estos lentes cuentan con los tratamientos de superficie con los que el paciente se siente a gusto, ya que están fabricados de manera diversa en este aspecto. Si al paciente se le sustituye por alguno de estos lentes cuyo manejo de humectabilidad de la superficie sea diferente, este presentará un menor rendimiento del material y directamente afectará la satisfacción del paciente y la salud de la superficie ocular.
Una razón importante mediante la cual los lentes con buena humectación superficial concuerdan con la sintomatología, es que se ha demostrado que esta propiedad reduce el coeficiente de fricción entre el lente y la superficie ocular. Es de aclarar que este coeficiente se presenta a nivel interno (córnea-lente de contacto), y externo (lente de contacto párpado). Existe suficiente evidencia en la cual se afirma que el aumento de la fricción entre las superficies genera molestia, resequedad e inflamación. Con lo anterior se debe analizar que el tratamiento de humectación afectará tanto la comodidad al parpadeo, y podría afectar la adhesión del lente a la córnea. Es preciso que, en el momento de la prueba y evaluación del lente, se verifique la capacidad de adhesión del material. Una manera de hacerlo es la evaluación de la comodidad, y la facilidad con la que el paciente pueda retirarse los lentes de contacto. Lo anterior debido a que se han revelado casos en los cuales el paciente no puede retirarse los lentes porque es difícil de agarrarlos por la excesiva humectación superficial. Definitivamente los extremos no son buenos.
Adicional al análisis de las propiedades hidrofílicas superficiales de los lentes de contacto, es preciso también tener en cuenta las interacciones de estos materiales con las soluciones de cuidado y mantenimiento. Esta conexión está determinada por factores complejos relacionados con las propiedades superficiales de los materiales y también las volumétricas, así mismo están relacionadas con la carga iónica, el tamaño molecular y la hidrofobicidad de los preservantes, entre otros componentes de la solución. Cuando se rompe el equilibro de esta interacción entre la solución y las propiedades superficiales del LCB, se puede dar paso a la complicación conocida como “tinción inducida por soluciones de los lentes de contacto” (SICS, por su sigla en inglés). Esta alteración puede ser precursora del desarrollo de infiltrados corneales, y por supuesto de inconfort y disminución de la calidad visual, lo que conllevaría al abordaje especial terapéutico de esta condición.
Con lo anteriormente expuesto, se ha visto que el grado de severidad de SICS depende de la gran variedad de materiales y las combinaciones posibles con los principios activos de las soluciones y definitivamente de la variedad de marcas comerciales disponibles. De aquí que el profesional debe estar atento de no sustituir la marca del material o la solución cuando se observa armonía con la superficie ocular. Cualquier cambio, será riesgoso para complicaciones antes descritas. En conclusión, la relación entre el sistema de tratamiento de humectación de superficie, el material y la solución usada, afectará directamente el confort y la calidad visual. De no hacerse una evaluación rigurosa de la combinación de estos factores, se derivará la deserción del uso del lente y la afectación en la calidad de vida. Cabe aclarar que los patrones de tinción no solamente serán causados por las soluciones. También se presentarán por resequedad relacionada con alteraciones inducidas por las propiedades de superficie del LCB.
Adaptado de: 1. Efron N, Morgan PB, Nichols JJ, Walsh K, Willcox MD, Wolffsohn JS, et al. All soft contact lenses are not created equal. Vol. 45, Contact Lens and Anterior Eye. Elsevier B.V.; 2022.