Kamyla con K

En estas editoriales hemos recorrido un interesante camino con el objetivo de motivarte a utilizar la moda como una herramienta para mejorar la vida de tus clientes. Por eso se ha evidenciado la oportunidad de vestir el rostro de la misma manera en que las tiendas de ropa visten el cuerpo de millones. Desde mi perspectiva, vestir el rostro es más importante que cualquier otra parte del cuerpo, teniendo en cuenta que la imagen de cada persona se encuentra en su cara. Hemos dejado en claro que ayudar a vestir el rostro implica permitir la expresión del ser, lo cual es la esencia misma de la moda, por encima de cualquier tendencia del momento.

Posteriormente, continuamos explorando la magia del color como la mejor estrategia para usar anteojos diferentes cada día, transmitir la imagen deseada en cada ocasión e incluso influir en las emociones. Hemos puesto todos estos conceptos al servicio de nuestro equipo de trabajo para que ellos sean los mensajeros del concepto de la moda. En esta edición, abordaremos la morfología del rostro y la forma de los anteojos.

Nuestro rostro está conformado por líneas curvas o rectas que le dan la forma. Esa figura básica la hemos utilizado en numerosas ocasiones para recomendar los anteojos que mejor se ajustan a cada tipo de rostro. Sin embargo, utilizar la forma de los anteojos va más allá de conocer el diseño ideal para un rostro redondo, cuadrado o forma de corazón. En esencia se trata de unir la forma de la montura con el objetivo que tiene nuestro cliente. Las líneas rectas expresan seriedad, formalidad y distancia, mientras que las curvas transmiten una sensación de cercanía, ternura y amabilidad.

En ese sentido, el diálogo con nuestro cliente resulta fundamental. Si ya sabes cuál es el objetivo de tu paciente, podrás determinar qué tipo de forma de montura recomendarle. 

Por ejemplo, si nuestro paciente tiene un rostro rectangular y desea lucir más amigable para ir al colegio de su hijo, conversar con sus profesores y recoger sus calificaciones, sin temor alguno podrás sugerirle una montura con diseño curvo, ya sea redonda, aviador u ovalada. Si además esta montura se acompaña de un color cálido, será aún mejor. Sin embargo, durante la conversación también has concluido que este paciente tiene un trabajo exigente, en el cual lidera equipos de trabajo, y que su presencia seria y rígida puede ser de ayuda en ese contexto. Por lo tanto, le explicarás y presentarás unos anteojos con líneas rectas y un color cálido, para que la forma refuerce su apariencia seria y el color transmita confianza al mismo tiempo.

 

De esta manera, es posible realizar todo tipo de análisis de formas, colores y combinaciones. Los materiales de la montura también pueden ser utilizados para fortalecer el objetivo deseado. Más allá de aprender a reconocer las formas de los rostros y de tener en cuenta las formas, materiales y colores de los anteojos, es más importante aún, conocer tu cliente. Es fundamental identificar cómo desde tu trabajo puedes ayudarlo en diferentes aspectos de su vida. Sin lugar a dudas, en el arte de vestir el rostro encontrarás una alternativa para mejorar la calidad de vida de tus clientes y, al mismo tiempo, la tuya.

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