Al tratarse de un análisis de trabajadores de la salud que están expuestos a la radiación IR, es necesario destacar aquellos que laboran en el área de técnicas de diagnóstico por imagen (DI). Este tipo de trabajos es reconocido por el riesgo de sufrir afecciones en la piel y en los ojos.
La catarata es una de ellas; de hecho, se ha afirmado que la catarata subcapsular posterior es la más asociada a la exposición por IR. Es importante reconocer que los programas de protección y salud en el trabajo han aumentado sus esfuerzos en adoptar las medidas correctas de radioprotección para reducir sustancialmente la exposición a los IR y por ende la incidencia de cataratas. Pero, por otro lado, han surgido nuevas técnicas de DI que hacen resurgir nuevos escenarios de exposición a IR. Un ejemplo de ello es la realización de procedimientos de intervención cardiológicos y de otras disciplinas. Entre tanto, la enfermería y el personal de apoyo técnico están involucrados en estos mecanismos de intervención en salud que implican el uso de IR y aumentan la exposición al mismo, y aún más, se incrementa la exposición a rayos X.3 Entre las tendencias de procedimientos mayormente riesgosos, se describen aquello guiados por fluoroscopía. En ellos, el médico especialista está ubicado muy cerca a la fuente de radiación, requiriendo pantallas protectoras de alta calidad. Por otra parte, el personal de enfermería y técnicos, pueden permanecer cerca de la cama del paciente y del equipo por períodos prolongados, para el monitoreo de la salud del paciente y del funcionamiento del equipo.
Lo anterior, aumentaría potencialmente la dosis de exposición.3,4 Vecchia et al., 2020, realizan una revisión sistemática con el fin de determinar el riesgo de sufrir catarata en profesionales de área de la salud. Entre los resultados más relevantes, se confirma que el área de cardiología, técnicos y enfermeras son objeto de atención por el riesgo de incidencia de catarata, por tener la más alta tasa de radiación IR. Otro grupo de profesiones de la salud en riesgo lo constituyen los radiólogos y los técnicos en radiología, seguidos por otro grupo que, aunque se dice que la radiación de exposición es menor, no desparece el riesgo. Entre ellas se encuentran: neumólogos, anestesiólogos, endoscopistas, urólogos, cirujanos, ortopedistas, neurólogos intervencionistas, personal que maneja la medicina nuclear y odontólogos. El riesgo en cada una de las anteriores profesiones radicará en la dosis de radiación recibida, según las tareas específicas del oficio.
En todos ellos, se observó incremento en la prevalencia de catarata en comparación con grupos de control no expuestos.3 Hartmann et al., 2018, investigan acerca del riesgo de catarata inducida por radiación en procedimientos endourológicos. Al personal médico se le instaló un dosímetro colgando en el cuello sobre el delantal protector.
El estudio mostró que las dosis recibidas no fueron significativas con respecto a los umbrales de riesgo, pero también es concluyente en que se deben mejorar las medidas de protección radiológica en procedimientos que tienen mayor influjo de dosis como la nefrolitotomía percutánea.5 Complementando la evidencia, Little et al., 2020, realizan un estudio de modelos aditivos generalizados en relación con la dosis de radiación ocupacional en personal de tecnólogos en radiología. El estudio reveló un elevado exceso de riesgo aditivo de padecer catarata con relación a la radiación ocupacional. De hecho, el mencionado riesgo excesivo se dio en dosis acumuladas menores a 100 mGy