Valentina Giraldo Martínez, periodista Grupo Franja

María Susana Merchán es una optómetra pediatra con 28 años de experiencia en esta especialidad, tiempo en que se ha entrenado y trabajado en clínicas, consulta particular y como docente. Es una de las más fuertes críticas del modelo comercial de la consulta de optometría, así como es de exigente con su práctica clínica y la de sus estudiantes. Su permanente evolución y análisis clínico, que comparte de manera clara y apasionada con estudiantes y colegas, la ha llevado a ser una de las más reconocidas optómetras pediatras de América Latina.

Esta importante profesional, a quién no le gusta hablar mucho de sí misma y tampoco recibir reconocimientos, porque todo lo hace por convicción propia, como ella misma lo expresa, es hija del que es considerado uno de los padres de la Optometría Colombiana, el Dr. Gabriel Merchán de Mendoza.

Franja Visual (F.V.): ¿Qué está pasando con la salud visual de los niños ahora que estamos muy enfocados con el tema de su miopización?

María Merchán (M.M.): La miopía en los niños se convirtió en tendencia, porque por un lado hay mucha desinformación y por otro es más rentable vender lentes con filtros que sin ellos. Es un hecho que, durante el aislamiento por el COVID, los niños utilizaron en exceso dispositivos electrónicos, que no sólo afectaron el funcionamiento visual, sino que también tuvo consecuencias en su desarrollo motor por la falta de ejercicio, en el desarrollo emocional por la ansiedad producida por el aislamiento y en el aumento del peso.

En cuanto al funcionamiento visual, he encontrado que se afecta con frecuencia el funcionamiento del músculo ciliar por la falta de relajación de este y la consecuente pseudomiopía. También la aparición de síntomas como sequedad ocular e hiperemia por la disminución de la frecuencia del parpadeo.

F.V.: ¿Cómo sería un diagnóstico adecuado para determinar si realmente hay miopía o no?
M.M.: ¡Hacer refracción bajo cicloplejia! Es la forma más adecuada de realizar el diagnóstico de ese paciente que tiene todos los síntomas de miopía, pero que posiblemente no sea miope. Otra opción es hacer la retinoscopía dinámica monocular del Dr. Merchán y en lo posible hacer subjetivo, para mantener el control de la acomodación del cristalino. En los países donde el optómetra no puede usar ciclopléjicos, puede hacerlo de la mano del oftalmólogo. Aquí lo importante es encontrar la verdadera condición refractiva para el bienestar del niño.

F.V.: Mientras que el mundo se enfoca en la miopía de los niños, en América Latina, además de este importante tema, ¿en qué otra área se debería tener cuidado?
M.M.: Uno de los grandes problemas es lograr que los padres lleven a sus hijos de 3 o 4 meses de nacidos a consulta. Me preocupa, porque hay una idea generalizada en padres, médicos e incluso profesionales de la visión que el examen visual es mejor hacerlo después de los 3 o 4 años, cuando el niño ya puede leer. Existen muchas condiciones visuales que a esa edad ya no se pueden restablecer. Afortunadamente, en Bogotá, por ejemplo, muchos médicos pediatras ya saben que deben remitir a los pequeños antes del año de edad, inclusive el pasado 26 de julio de 2019 fue aprobada la ley 1980 que tiene por objeto regular y ampliar la práctica del tamizaje neonatal en Colombia, pero en muchas zonas de América Latina todavía no hay conciencia de que a los niños hay que hacerles examen visual antes del año de edad para potenciar el sistema visual.

F.V.: ¿Qué mensaje les daría a los profesionales de la salud visual para mejorar en este sentido?
M.M.: Es importante que los optómetras de América Latina se involucren con la atención visual de los niños. Todo niño necesita un profesional de la visión que le haga seguimiento, aunque tenga un desarrollo ocular normal. Y los optómetras debemos ser rigurosos con un examen completo donde se evalúen el estado motor, el estado ocular y estado refractivo. A partir de allí, estar preparados para profundizar si algo no se ve bien. Es que actuar de manera oportuna es cambiar la vida, en todo sentido, de este ser humano.

F.V.: La ortóptica y el entrenamiento visual ha evolucionado con técnicas nuevas, ahora niños y adultos no se aburren, ¿Cómo ha evolucionado ese tratamiento?
M.M.: El entrenamiento ortóptico ha evolucionado porque los optómetras sabemos con mucha precisión cuál es el entrenamiento que debemos realizar y trabajamos en equipo con los oftalmólogos sobre todo con los estrabismos porque hay ocasiones en que la única solución es la cirugía. Y ahora tenemos entrenamiento para muchas habilidades de aprendizaje que dependen del sistema visual y que se pueden entrenar ya sea en el consultorio o en casa con ayuda de los padres.

F.V.: Se viene hablando de la neuroplasticidad a través del estímulo visual

M.M.: La neuroplasticidad es la base del entrenamiento visual; el niño recién nacido tiene un cerebro que es muy plástico y donde las conexiones sinápticas se establecen muy rápido, entonces cualquier cosa que uno haga antes de los 6 meses produce cambios inmediatos. Además, este conocimiento permite trabajar con otros profesionales como fonoaudiólogos, psicólogos terapeutas ocupacionales y neuropsicólogos, buscando desarrollar las diferentes áreas cerebrales que determinarán el desarrollo integral del niño.

F.V.: Usted fue estudiante de un optómetra erudito, exigente profesor y decano de la facultad de Optometría, también es su hija ¿cómo fue esta relación con Gabriel Merchán?
M.M.: (Risas) mi papá fue un profesor muy exigente que me inculcó la responsabilidad ante el estudio. Cada vez que le pedía apoyo, él me pasaba un libro. Y me invitaba a hacerle las preguntas durante nuestras clases. Me enseñó a tener un pensamiento agudo y crítico con sus recomendaciones, especialmente con su ejemplo. Aún tengo la fortuna de compartir con él, con su música y reflexiones de la vida y la optometría.

F.V.: ¿Qué mensaje le quiere dejar a los optómetras latinoamericanos?
M.M.: Nuestra profesión está en constante cambio, por tanto, tenemos que estudiar y pensar en la salud de nuestros pacientes; el niño que tenemos al frente es una persona que está en formación y todo lo que hagamos no solo se va a reflejar en la parte visual, también en su desarrollo y en su relación con el entorno. El respeto por la profesión es muy importante, no todo lo tenemos que saber y por eso es importante preguntar, comparar y remitir, con el fin mejorar cada día nuestra práctica profesional. Por último y no menos importante, el respeto a nuestros colegas, siempre hablar bien de ellos y apoyarnos.

María Susana Merchán, este gran ejemplo de vida, comparte su pasión por la optometría con el tiempo para su familia, sus dos hijos, su nieto y su esposo. Es una mujer prudente que expresa su pasión por la optometría siendo clara, directa y crítica. Esta misma forma de ser la comparte con sus estudiantes y colegas.

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