Un gran porcentaje de los 140 millones de usuarios de lentes de contacto, a nivel mundial, sufre molestias generadas por los mismos; es así como se estima que entre un 23% y 51% del total de los usuarios abandonan los lentes de contacto cada año. Cabe rescatar que el 87% de las adaptaciones co-rresponde a lentes blandos, versus un 13% a gas permeables.
Pero realmente cuáles son las causas que generan este abandono. La etiología es desconocida, sin embargo, existen factores importantes que desencadenan la intolerancia, revisemos algunos de ellos:
La comodidad, se refiere a la sensación de no llevar o no sentir el lente de contacto, puede verse afectada por el diseño del borde, humectabilidad, lubricidad, adaptación, incompatibilidad con las soluciones de manteni-miento, alteraciones en la superficie ocular, factores inherentes del paciente como enfermedades oculares o sistémicas e, incluso, el ambiente externo como aire acondicionado, entre otras.
La falta de comodidad es causa del 50% del abandono del lente de contacto. Entonces surge el interrogante, como profesionales de la salud vi-sual ¿qué estamos haciendo para identificar y mejorar este desafio clínico? Sabemos que no existe un diseño o un material de lentes de contacto que se adapte a todos nuestros pacientes; por tanto, ¿cuáles son nuestros crite-rios de adaptación? Tenemos en cuenta, por ejemplo: las propiedades del lente de contacto, la evaluación profunda de la superficie ocular, el diseño de borde, el movimiento y centrado del lente de contacto, la modalidad de reemplazo, el sistema de limpieza de desinfección de los lentes y sus acce-sorios como estuches y ventosas, o simplemente adaptamos el diseño que tenemos disponible en nuestro consultorio, o incluso, el más económico o por el que más descuento nos dan.
En segundo lugar, está la visión como causa de un 17% del abandono del lente, tanto cantidad como calidad. Los pacientes más afectados son los astígmatas y los présbitas; estadísticamente el astigmatismo es el defecto visual que mas predomina en América con un 45.6% y se estima que sólo se adaptan el 25% de los pacientes con lentes blandos tóricos, para el otro 20% de los pacientes se realiza un equivalente esférico que compromete la visión (calidad y cantidad), aumenta la fatiga visual, disminuye el rendimiento vi-sual e incluso aumenta las aberraciones ópticas.
Estudios recientes han confirmado que los factores más influyentes para el abandono del lente de contacto son:
- Diseño del borde del lente.
- Movimiento excesivo o adaptación muy plana.
- Lubricidad (coeficiente de fricción).
No existen pruebas que respalden una diferencia de comodidad entre los lentes de contacto de hidrogel de silicona y los de hidrogel, y los lentes disponibles en el mercado varían en cuanto a parámetros de diseño y material, de aquí la impor-tancia de realizar más investigaciones en estrecha colaboración con la industria de fabricación de LC.
La readaptación de los usuarios sintomáticos con un material, un diseño o una modalidad de reemplazo puede mejorar la comodidad, teniendo en cuenta es-pecíficamente el diseño de los bordes, el movimiento del lente y mejorando la comprensión de la relación entre la fricción del material, el rendimiento ocular y la comodidad.
Está en nuestras manos ayudar a disminuir el abandono del lente de contacto.