En la fabricación de lentes oftálmicos, el conocimiento profundo de las propiedades físicas de las resinas y bases utilizadas no solo permite alcanzar mejores estándares ópticos, sino que también incide directamente en la eficiencia operativa del laboratorio. Lejos de limitarse al índice de refracción, factores como la aberración cromática, la resistencia a la termodeformación y la estabilidad en los procesos de tallado y recubrimiento son determinantes para garantizar un producto final de calidad.
Más allá del índice: entendiendo las propiedades clave
El índice de refracción ha sido tradicionalmente el criterio principal para seleccionar una resina, pero esta visión resulta reducida frente a las demandas actuales del laboratorio. Materiales con alto índice no siempre ofrecen una buena experiencia visual si presentan un bajo número Abbe —indicador directo de aberración cromática—, o si su estructura no tolera las temperaturas de los procesos de fabricación.
Además, la resistencia al impacto, la respuesta al pulido, la compatibilidad con tratamientos especiales (como filtros blue light o recubrimientos antirreflejo), y la capacidad de soportar perforaciones o montajes sin fracturas, deben considerarse en conjunto para tomar decisiones informadas.
La evolución de los materiales y su impacto en la producción
Desde la década de 1980, la búsqueda de alternativas más ligeras y resistentes al vidrio ha impulsado el desarrollo de nuevas resinas. Empresas como Mitsui Resina han liderado este cambio con la introducción de materiales como MR6, MR7, MR8, MR10 y 1.74, cada uno con características específicas que responden a diferentes necesidades del laboratorio y del paciente.
- MR8 (1.60) destaca por su equilibrio entre calidad óptica (número Abbe superior a 40), resistencia y facilidad de procesamiento, siendo actualmente una de las mejores opciones para laboratorios que priorizan la precisión sin comprometer durabilidad.
- MR10 (1.67), evolución del MR7, mejora notablemente la resistencia térmica, una propiedad crucial en procesos de bloqueo, desbaste y aplicación de coatings.
- 1.74, aunque ideal para graduaciones muy altas, requiere precauciones adicionales en el laboratorio debido a su baja tolerancia a la termodeformación.
En contraste, materiales como el policarbonato, si bien siguen siendo ampliamente usados por su resistencia al impacto, presentan un número Abbe bajo y un costo oculto: aceleran el desgaste de herramientas, encareciendo la operación a largo plazo. El CR39, por su parte, ofrece una calidad óptica inigualable en condiciones de baja luz, pero su fragilidad térmica lo hace poco viable para ciertos procesos modernos.
Calidad del proveedor: una variable que no se puede ignorar
Uno de los errores más comunes en la selección de bases es priorizar el precio sobre la consistencia y calidad del material. En mercados donde múltiples proveedores ofrecen versiones genéricas del mismo índice, es fundamental exigir especificaciones detalladas sobre el tipo de resina utilizada, su número Abbe, su resistencia al calor y su compatibilidad con procesos específicos.
La falta de estandarización en productos como el 1.56 —que puede variar ampliamente entre marcas— y la tentación de adquirir insumos más económicos, especialmente de origen asiático, conlleva riesgos reales: inconsistencias entre lotes, fallas en el tallado, o aberraciones visuales que comprometen la experiencia del usuario final.
Consideraciones estratégicas para el laboratorio
La elección de la resina no debe ser una decisión aislada, sino parte de una estrategia integral del laboratorio óptico. Conocer los límites y ventajas de cada material permite optimizar procesos, reducir reprocesos y extender la vida útil de los equipos.
Algunas recomendaciones clave incluyen:
- Priorizar resinas MR8 para trabajar en 1.60, especialmente cuando se requiere resistencia a la perforación y buena calidad visual.
- Elegir MR10 para fórmulas altas en 1.67 que demanden estabilidad térmica.
- Usar cintas de bloqueo especiales para materiales 1.74, dadas sus restricciones térmicas.
- Evaluar cuidadosamente los costos ocultos del policarbonato, más allá de su precio inicial.
- Confirmar siempre la especificación técnica de cualquier resina 1.56, verificando su número Abbe y comportamiento en laboratorio.
Conclusión
La eficiencia y calidad en la fabricación de lentes oftálmicos comienza mucho antes del tallado: empieza con la elección correcta de la materia prima. Un laboratorio que comprende las implicaciones ópticas, mecánicas y térmicas de sus materiales está mejor preparado para ofrecer productos superiores, con mayor rentabilidad y menor margen de error.
Fuente: Entrevista a José Pardo en el programa Tallando Conceptos, conducido por Luis Puente. Episodio “Generando eficiencias, seleccionando bases y resinas adecuadas”.
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