Ingrid Astrid Jimenez Barbosa, PhD, The University of New South Wales, Sidney, Australia

La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo y la mente ante situaciones de peligro, estrés o incertidumbre. Se caracteriza por una combinación de pensamientos preocupantes, emociones de inquietud o miedo, y síntomas físicos como tensión muscular, sudoración, aumento del ritmo cardíaco y dificultad para concentrarse (Saviola et al 2020).1 Aunque cierta ansiedad puede ser útil para afrontar desafíos o situaciones peligrosas, se convierte en un trastorno cuando es excesiva, persistente o interfiere significativamente con la vida diaria.

Según la Asociación Americana de Psicología (APA), la ansiedad implica una anticipación de un peligro futuro percibido, lo que la distingue de la reacción inmediata ante un peligro real, como en el caso del miedo. Los trastornos de ansiedad incluyen condiciones como la ansiedad generalizada, fobias, ataques de pánico, trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) y trastorno por estrés postraumático (TEPT)​ (Lebel et al 2020).2

La ansiedad en el lugar de trabajo puede tener consecuencias significativas tanto para los empleados como para las organizaciones (Cheng & McCarthy 2018).3 Este trastorno afecta la productividad, la toma de decisiones y el bienestar general (McCarthy et al 2016).4 Las estrategias proactivas, como las pruebas visuales, ofrecen un enfoque innovador para identificar y abordar la ansiedad (Frauke Oh, 2003).5 Estas herramientas combinan simplicidad y efectividad, siendo especialmente útiles para revelar factores estresantes subyacentes.

EL PAPEL DE LA EVALUACIÓN DE LA ANSIEDAD EN EL TRABAJO

La ansiedad laboral a menudo se manifiesta de manera sutil, pero puede convertirse en un problema grave si no se aborda. Los empleados que sufren ansiedad pueden tener dificultades para concentrarse, tomar decisiones y mantener relaciones interpersonales, aspectos fundamentales en cualquier entorno laboral. Las investigaciones destacan la importancia de la detección temprana y la intervención para mitigar estos efectos y prevenir las consecuencias a largo plazo de los trastornos de ansiedad no tratados (Zhang et al 2015; Ismail et al 2020).6,7 

LAS PRUEBAS VISUALES COMO HERRAMIENTA DE EVALUACIÓN

Las pruebas visuales están emergiendo como un método fiable para medir los niveles de ansiedad. Herramientas como la Escala Visual Analógica (EVA) se han estudiado ampliamente (Huang et al 2020; Williams et al 2010; Heather et al 2007).8,9,10 Este método implica una escala simple en la que las personas indican su nivel de ansiedad marcando un punto en un continuo que va desde “sin ansiedad” hasta “ansiedad extrema”. Este enfoque es rápido, intuitivo y menos intimidante que los cuestionarios tradicionales, por lo que es ideal para entornos laborales.

Además de herramientas como la Escala Visual Analógica, los movimientos oculares se están utilizando como un indicador clave para evaluar el estrés y la ansiedad (Staab, 2014).11 Autores como Giannakakis et al. (2017) identificaron que la actividad ocular, como el parpadeo y los cambios en la dirección de la mirada, son especialmente útiles para distinguir entre estados emocionales.12 Estas señales oculares, combinadas con análisis avanzados de video, permiten una evaluación más objetiva y no invasiva, mostrando correlaciones significativas con los niveles percibidos de ansiedad y estrés​ (Zhang et al 2020).13

Ventajas de las pruebas visuales

Eficiencia y accesibilidad: estas pruebas son fáciles de usar y requieren poco tiempo, reduciendo las interrupciones en la rutina laboral.

No intrusivas: a diferencia de entrevistas clínicas extensas o encuestas largas, respetan la privacidad y pueden completarse sin generar estigmas o incomodidad.

Datos cuantitativos: generan datos medibles, permitiendo comparaciones a lo largo del tiempo y entre grupos.

Correlación con herramientas psicológicas: las investigaciones muestran que las escalas visuales se correlacionan bien con otras medidas de ansiedad como la Escala de Ansiedad de Hamilton y el Inventario de Ansiedad de Beck, lo que garantiza fiabilidad y validez (Yang, Z. 2022; Carrozzino et al 2020; Ghawadra et al 2020).14,15,16

Aplicaciones en el entorno laboral

Prevención y programas de bienestar: la evaluación regular de la ansiedad como parte de iniciativas de bienestar promueve una cultura de salud y conciencia.

Intervenciones personalizadas: los resultados de las pruebas visuales ayudan a los recursos humanos y a los gerentes a diseñar intervenciones específicas, como talleres de manejo del estrés o entrenamiento en mindfulness (Lomas et al 2019; Biswal et al 2022).17,18

Monitoreo del progreso: el uso repetido de estas escalas permite a los empleadores rastrear cambios en los niveles de ansiedad y evaluar la efectividad de las intervenciones.

Retos y consideraciones

Aunque las pruebas visuales ofrecen múltiples ventajas, no deben reemplazar evaluaciones diagnósticas completas en casos graves. En cambio, deben servir como una primera línea de evaluación. Además, las organizaciones deben garantizar la confidencialidad y proporcionar apoyo continuo a los empleados que necesiten ayuda.

CONCLUSIÓN

Las pruebas visuales están transformando la evaluación de la ansiedad en el lugar de trabajo. Ofrecen un método práctico, eficiente y no intrusivo para identificar y abordar este problema prevalente. Cuando se integran en estrategias de bienestar más amplias, estas herramientas no solo apoyan la salud mental de los empleados, sino que también contribuyen a un entorno laboral más productivo y armonioso.

REFERENCIAS

  1. Saviola, F., Pappaianni, E., Monti, A. et al.(2020). Trait and state anxiety are mapped differently in the human brain. Sci Rep10.
  2. Lebel S, Mutsaers B, Tomei C, Leclair CS, Jones G, Petricone-Westwood D, et al. (2020) Health anxiety and illness-related fears across diverse chronic illnesses: A systematic review on conceptualization, measurement, prevalence, course, and correlates. PLoS ONE 15(7): e0234124
  3. Cheng, B. H., & McCarthy, J. M. (2018). Understanding the dark and bright sides of anxiety: A theory of workplace anxiety. Journal of Applied Psychology, 103(5), 537–560.
  4. McCarthy, J. M., Trougakos, J. P., & Cheng, B. H. (2016). Are anxious workers less productive workers? It depends on the quality of social exchange. Journal of Applied Psychology, 101(2), 279–291.
  5. Frauke Ohl, Testing for anxiety (2003). Clinical Neuroscience Research, Volume 3, Issues 4–5, 2003, Pages 233-238, ISSN 1566-2772.
  6. J. Zhang, H. Xiong, Y. Huang, H. Wu, K. Leach and L. E. Barnes, “M-SEQ: Early detection of anxiety and depression via temporal orders of diagnoses in electronic health data,” (2015) 2015 IEEE International Conference on Big Data (Big Data), Santa Clara, CA, USA pp. 2569-2577.
  7. N. M. Ismail, A. G. Airij, R. Sudirman and C. Omar, “Early Detection of Social Anxiety Disorder by using Screening Tools and Wearable Sensors,” (2020). 2020 6th International Conference on Computing Engineering and Design (ICCED), Sukabumi, Indonesia, 2020, pp. 1-6.
  8. Huang, Z., Kohler, I.V. & Kämpfen, F. A Single-Item Visual Analogue Scale (VAS) Measure for Assessing Depression Among College Students. Community Ment Health J 56, 355–367 (2020).
  9. Williams, V.S., Morlock, R.J. & Feltner, D. Psychometric evaluation of a visual analog scale for the assessment of anxiety (2010). Health Qual Life Outcomes 8, 57.
  10. Heather M. Davey, Alexandra L. Barratt, Phyllis N. Butow, Jonathan J. Deeks, A one-item question with a Likert or Visual Analog Scale adequately measured current anxiety, (2007). Journal of Clinical Epidemiology, Volume 60, Issue 4, Pages 356-360.
  11. Staab, Jeffrey P. The influence of anxiety on ocular motor control and gaze (2014). Current Opinion in Neurology 27(1): p 118-124.
  12. G. Giannakakis, M. Pediaditis, D. Manousos, E. Kazantzaki, F. Chiarugi, P.G. Simos, K. Marias, M. Tsiknakis, Stress and anxiety detection using facial cues from videos, (2017). Biomedical Signal Processing and Control, Volume 31, Pages 89-101.
  13. Zhang, X., Pan, J., Shen, J., Ud Din, Z., Li, J., Lu, D., … & Hu, B. (2020). Fusing of electroencephalogram and eye movement with group sparse canonical correlation analysis for anxiety detection. IEEE Transactions on Affective Computing, 13(2), 958-971.
  14. Yang, Z. (2022). Hamilton anxiety rating scale. In Encyclopedia of Gerontology and Population Aging (pp. 2243-2246). Cham: Springer International Publishing.
  15. Carrozzino, D., Patierno, C., Fava, G. A., & Guidi, J. (2020). The Hamilton rating scales for depression: a critical review of clinimetric properties of different versions. Psychotherapy and psychosomatics, 89(3), 133-150.
  16. Ghawadra, S. F., Lim Abdullah, K., Choo, W. Y., Danaee, M., & Phang, C. K. (2020). The effect of mindfulness‐based training on stress, anxiety, depression and job satisfaction among ward nurses: A randomized control trial. Journal of nursing management, 28(5), 1088-1097.
  17. Lomas, T., Medina, J. C., Ivtzan, I., Rupprecht, S., & Eiroa-Orosa, F. J. (2019). Mindfulness-based interventions in the workplace: An inclusive systematic review and meta-analysis of their impact upon wellbeing. The Journal of Positive Psychology, 14(5), 625-640.
  18. Biswal, K., & Srivastava, K. B. (2022). Mindfulness-based practices, psychological capital, burnout and performance anxiety. Development and Learning in Organizations: An International Journal, 36(6), 4-7.
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