Javier Oviedo OD.
Director @javieroviedo
Cerramos el 2024 en medio de un entorno confuso, marcado por la incertidumbre económica derivada de las complejas situaciones políticas en varios países de nuestra región. Este panorama ha reducido, en muchos casos, la inversión de los consumidores en el cuidado de sus ojos y en los elementos esenciales para proteger su salud visual. El impacto en nuestro mercado ha sido evidente.
Sin embargo, incluso si el 2025 trae consigo desafíos similares, la dinámica puede cambiar. Las condiciones de vida, salud y trabajo de la población continúan transformándose, y su efecto en la salud visual y ocular es innegable. Nos enfrentamos a un aumento en los problemas visuales derivados de una mayor longevidad, problemas de salud general, estrés emocional generalizado y el uso excesivo de dispositivos digitales, entre otros. Más personas necesitarán soluciones específicas y personalizadas: desde correcciones refractivas con lentes oftálmicos o de contacto, hasta diagnósticos especializados para el tratamiento de la superficie ocular, problemas de retina, cataratas y, por supuesto, todo esto involucra, en muchos casos la moda de los anteojos, etc.
Este escenario, aunque desafiante, es una ventana de oportunidades para nuestra comunidad dedicada al cuidado de la salud visual. Si queremos conectar más profundamente con la población, debemos comprender cómo se comunican hoy, qué llama su atención y cómo prefieren interactuar. Adaptarnos a estos cambios no es una opción, sino una necesidad. La tecnología, con sus avances en equipos, software e inteligencia artificial, nos ofrece herramientas poderosas para ser más eficientes y relevantes en nuestro quehacer diario.
¿Estamos preparados para construir el futuro que deseamos? Estoy seguro de que sí.
Como siempre, dependerá de nosotros aprovechar estas oportunidades. El entorno político y social de nuestra región seguirá siendo volátil; los retos económicos y la competencia para mantener y hacer crecer nuestra actividad estarán presentes. Por eso, la única constante debe ser nuestro compromiso con la excelencia profesional. El mayor desafío será con nosotros mismos: con el tiempo y esfuerzo que dediquemos a nuestra capacitación. Estar bien informados y actualizados será la base para alcanzar el éxito en nuestra labor y en nuestra calidad de vida. Los retos no desaparecerán, pero tampoco lo hará nuestra capacidad para superarlos.
El 2025 será un año para transformar los desafíos en éxitos. La población nos necesita más que nunca, y nosotros tenemos las herramientas y el conocimiento para responder con eficacia.
En esta época de reflexión y esperanza, deseo que su árbol de Navidad esté lleno de regalos personales para usted mismo. Que el 2025 sea otro año en que ejecute con éxito sus planes, en el que haga realidad el futuro brillante que dibujó. Que esta temporada de Navidad sea un tiempo para analizar, renovar fuerzas y abrazar todas posibilidades que visualice. Deseo que juntos sigamos transformando vidas con nuestra labor, al tiempo que fortalecemos nuestra comunidad.
Muy querido, necesario y respetado Dr. Javier Oviedo,
Eres un honor y una verdadera ganancia para nuestro sector óptico.