El ser humano dedica aproximadamente un tercio de la vida al acto de dormir, y existe una cantidad significativa de evidencia que sugiere que durante el periodo de sueño se realizan múltiples funciones corporales esenciales. Entre ellas, la eliminación de neurotoxinas acumuladas a lo largo del día y la supresión del catabolismo, procesos que ayudan a mantener la homeostasis. (1)

En el caso de los niños, el sueño desempeña un papel crucial en el desarrollo de esta población, no solo en términos de descanso y recuperación física, sino también en la regulación de los ritmos circadianos fundamentales para diversas funciones corporales. Las alteraciones de estos ritmos pueden tener consecuencias a largo plazo en la salud de los niños. Lo importante en este caso, es poder identificar si las alteraciones de sueño en los niños tienen repercusiones en la salud visual, ya que se describe que también la consolidación del estado refractivo depende de factores en el desarrollo, y el sueño influye claramente en este aspecto. (2)

Por otro lado, en muchas regiones del mundo, la miopía ha alcanzado niveles epidémicos, lo que ha llevado a investigar si existe una relación entre los factores del sueño y este estado refractivo que genera preocupación mundial creciente. A pesar de que existen resultados diversos, ciertos estudios indican que la disminución en la calidad del sueño, una duración inadecuada del mismo o acostarse tarde podrían incrementar la probabilidad de padecer miopía. No obstante, todavía existe un amplio campo por explorar en relación con esta asociación. (2)

Un estudio realizado por Liu, Naduvilath, y Sankaridurg (2023) destaca que la actividad al aire libre se relaciona con una mejoría en la calidad del sueño de la población infantil. Este tipo de actividad puede favorecer la adecuada regulación de la melatonina y el ritmo circadiano, lo cual contribuye a establecer un patrón regular de inicio del sueño en los niños. El descanso adecuado es fundamental para la salud de los niños, ya que el sueño es esencial para un funcionamiento diario óptimo, así como para el bienestar físico y mental del infante en desarrollo. En contraste, el sueño inadecuado ha sido vinculado con diversas complicaciones de salud, tales como el sobrepeso en la infancia y trastornos psicosociales.

A partir de esta información, surge en los autores la inquietud sobre si las alteraciones del sueño tienen un impacto potencial en la salud visual de los niños, especialmente con la miopía dada su prioridad en la salud pública. Por eso, realizan una exhaustiva revisión sistemática de la literatura científica. En este contexto, un estudio reciente examinó diecisiete investigaciones que abordaron diversos aspectos del sueño, tales como la duración, calidad, momento y eficiencia, y su eventual asociación con la miopía en la infancia. A pesar de que los resultados son diversos, los autores indican que aún no es posible determinar una relación causal directa entre la falta de sueño y la miopía. Se ha observado que la falta de horas de sueño, la baja calidad de este y acostarse tarde podrían estar vinculados con una mayor incidencia de miopía. Lo anterior basado en reportes que muestran que los niños con miopía manifestaban una reducida latencia del sueño y una mayor variabilidad en sus hábitos de sueño durante la semana y los fines de semana. Estos hallazgos sugieren la existencia de una posible alteración en su ritmo circadiano. (3)

En este sentido se ha propuesto que los ritmos circadianos y la calidad del sueño podrían tener un impacto en el desarrollo de la miopía. También se sugiere que los períodos regulares de iluminación y oscuridad son fundamentales para el desarrollo ocular adecuado, y que la perturbación de estos ciclos puede incidir en la capacidad de enfoque del ojo. En este sentido, se ha identificado una posible correlación entre la melatonina, la hormona cuya regulación está influenciada por la luz y que desempeña un papel fundamental en la regulación de los ritmos circadianos, y el desarrollo de la miopía. (3)

Tal ha sido el interés en este aspecto que Chawla y colaboradores (2024) realizan una revisión sistemática con el fin de determinar la relación entre la duración del sueño y el desarrollo de miopía. Los autores encontraron como resultado relevante, que la privación del sueño afecta varios aspectos de la salud, incluyendo la visión. Además, varios estudios resaltan que la cantidad y la calidad del sueño pueden tener un impacto en la aparición de la miopía, y una posible asociación con el aumento de la miopía a nivel global. (4)

Los autores también sugieren que, durante el proceso de crecimiento, el globo ocular requiere modificar su longitud axial con el fin de lograr un enfoque óptimo de la luz en la retina. La alteración de este proceso, causada por factores como la falta de sueño, puede favorecer la aparición de la miopía, especialmente en la población infantil. (4)

En aspectos específicos del desarrollo ocular infantil, se ha constatado que los ritmos circadianos, encargados de regular los ciclos de luz-oscuridad y sueño-vigilia, desempeñan un papel fundamental. En los niños miopes, se ha observado que las hormonas melatonina y dopamina, las cuales regulan los ritmos biológicos, presentan alteraciones. Esta situación plantea la posibilidad de que los trastornos en el ciclo del sueño puedan influir en el desarrollo de la visión defectuosa por miopía en los niños. (4)

Todo lo anterior sugiere un posible efecto de las alteraciones en el ciclo del sueño sobre el desarrollo de la miopía, y esta hipótesis se respalda cada vez con mayor solidez. Sin embargo, es necesario contar con más evidencia científica que permita establecer de manera definitiva una relación directa entre estos factores. Este llamado a mayor investigación también se fundamenta en estudios, como el de Jin y colaboradores (2023), que no encontraron correlación significativa entre el sueño y la miopía. Aún falta más soporte científico para prevenir de manera más eficiente la aparición e incremento de la miopía en los niños, siendo la regulación del ciclo del sueño un área a explorar. (4)(5)

 

Referencias

  1. Lee SSY, Nilagiri VK, Mackey DA. Sleep and eye disease: A review. Vol. 50, Clinical and Experimental Ophthalmology. John Wiley and Sons Inc; 2022. p. 334–44.
  2. Li M, Tan CS, Xu L, Foo LL, Yap F, Sun CH, et al. Sleep Patterns and Myopia Among School-Aged Children in Singapore. Front Public Health. el 25 de marzo de 2022;10.
  3. Liu XN, Naduvilath TJ, Sankaridurg PR. Myopia and sleep in children—a systematic review. Vol. 46, Sleep. Oxford University Press; 2023.
  4. Chawla O, Singh A, Kumawat D, Chowdhury N, Kumar B. Systematic Review of Sleep Duration and Development of Myopia. Cureus. el 15 de marzo de 2024.

5. Jin E, Lee CE, Li H, Tham YC, Chen DZ. Association between sleep and myopia in children and adolescents: a systematic review and meta-analysis. Vol. 262, Graefe’s Archive for Clinical and Experimental Ophthalmology. Springer Science and Business Media Deutschland GmbH; 2024. p. 2027–38.

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