Como es bien sabido, el inconfort es una de las complicaciones más importantes y frecuentes entre los usuarios de lentes de contacto, siendo la principal razón para la deserción de su uso. De hecho, el inconfort relacionado con lentes de contacto es una entidad definida clínicamente como la presencia de sensaciones adversas persistentes o episódicas relacionadas con el uso de los lentes, que pueden estar acompañadas o no de alteraciones visuales. La incompatibilidad entre los lentes de contacto y el ambiente ocular, como la alteración de la estabilidad de la película lagrimal y la función de las glándulas de Meibomio, contribuye a la sequedad ocular, un síntoma clave que incrementa significativamente el riesgo de abandono del uso de lentes.(1) (2)

Se estima que entre el 30 % y el 50 % de los usuarios de lentes experimentan síntomas de ojo seco, y el uso prolongado de dispositivos digitales ha exacerbado este problema, aumentando la incomodidad al usarlos.  Esta condición no solo disminuye la calidad de vida de los usuarios, sino que también está asociada con complicaciones más graves, como la queratitis microbiana y otros trastornos corneales.(1) (2)

Para contribuir en la disminución del inconfort relacionado con el uso de los lentes de contacto, se ha volcado la atención en el uso de los polisacáridos, los cuales desempeñan una función importante en la mejoría de la comodidad ocular de los usuarios. A pesar de no constituir el componente principal en la elaboración de los lentes de contacto. La incorporación de los polisacáridos en el uso de lentes de contacto conlleva ventajas importantes, tales como la estabilización de la película lagrimal, lo cual contribuye a aliviar los síntomas del ojo seco y a proteger el epitelio corneal. (1)

Dentro de los polisacáridos más empleados, el ácido hialurónico (AH) sobresale por sus características de hidratación, protección celular y disminución de la inflamación, lo que favorece la comodidad en la utilización prolongada de lentes de contacto. Su capacidad para reparar la córnea lesionada y reducir la adhesión bacteriana lo convierte en un elemento de primera elección para la salud ocular relacionada con el uso de lentes de contacto. (1)En complemento, los polisacáridos, tales como la hidroxipropilmetilcelulosa (HPMC) y el quitosano (CS, por su sigla en inglés), brindan propiedades protectoras significativas al tejido ocular. HPMC, por ejemplo, preserva la integridad de las células epiteliales corneales frente a posibles lesiones ocasionadas por la desecación. Por otro lado, el quitosano, conocido por su notable capacidad antibacteriana, favorece la adherencia y multiplicación celular, contribuyendo así a una más eficiente regeneración del epitelio corneal. (1)

Por otra parte, la trehalosa, un polisacárido adicional, se destaca por su eficacia en la protección contra el daño causado por la exposición a la luz, al favorecer la viabilidad y la recuperación de la córnea después de situaciones perjudiciales. Los polisacáridos, por su capacidad como agentes curativos, están transformando el desarrollo de lentes de contacto, lo que podría resultar en incrementar la salud visual y la comodidad para el usuario.(1)

Se afirma que los polisacáridos presentan una biocompatibilidad notable con el ambiente ocular, ya que se pueden emplear como geles oftálmicos, soluciones mucoadhesivas e insertos, los cuales son administrados por vías tópicas. Entre estos polisacáridos se encuentran el ácido hialurónico mencionado anteriormente (AH), la carboximetilcelulosa (CMC), la hidroxietil celulosa (HEC), la HPMC, la metilcelulosa, la goma xantana y la goma HP- guar. Los polisacáridos tienen la capacidad de mitigar la incomodidad y la falta de humedad experimentadas al utilizar lentes de contacto.(1)

La inclusión de polisacáridos en los lentes de contacto se ha implementado como una estrategia prometedora para incrementar la comodidad durante su utilización. La incorporación de polisacáridos en cantidades reducidas puede tener un impacto significativo en las propiedades de los lentes, a pesar de que no sean el material principal utilizado en su fabricación. Por ejemplo, se ha demostrado que los lentes que contienen alginato de sodio (AS) contribuyen a la estabilización de la película lagrimal.

Por otro lado, los lentes con AH entrecruzado pueden disminuir el ángulo de contacto, lo que resulta en una mejor interacción entre el lente de contacto y la superficie ocular. La adición de polisacáridos entonces puede reducir la necesidad de incluir conservantes en soluciones rehidratantes y lubricantes, comúnmente empleados para aliviar la sequedad y la incomodidad causadas por el uso prolongado de los lentes de contacto.

Aunque está clara la cantidad de beneficios que representa la conexión polisacárido- lente de contacto, aún se plantean desafíos que requieren atención. Si bien los polisacáridos pueden mejorar ciertos aspectos relacionados con la comodidad, también pueden provocar modificaciones en otras propiedades de los lentes, tales como la transmisión de luz y la rigidez del material. Se necesita realizar más investigación para optimizar el uso de polisacáridos, debido a la falta de comprensión clara sobre los métodos ideales para su adicción la cantidad apropiada y los parámetros críticos de diseño. Sin embargo, el potencial de los polisacáridos en la mejoría de la comodidad y la promoción de un enfoque más ecológico en la producción de lentes de contacto convierte a este campo de estudio en una área prometedora para el futuro de la adaptación de lentes de contacto. (1)

Referencias

  1. Zhu Q, Zhang Q, Fu DY, Su G. Polysaccharides in contact lenses: From additives to bulk materials. Vol. 316, Carbohydrate Polymers. Elsevier Ltd; 2023.
  2. Nichols KK, Redfern RL, Jacob JT, Nelson JD, Fonn D, Forstot SL, et al. The TFOS International Workshop on Contact Lens Discomfort: Report of the definition and classification subcommittee. Invest Ophthalmol Vis Sci. el 20 de septiembre de 2013;54(11).

 

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