La microscopía confocal (MC) es un examen diagnóstico especializado que permite evaluar el tejido corneal in vivo a nivel celular; la imagen que proporciona es tal, que hasta ha llegado a compararse con las que se logran de estudios inmunohistoquímicos, donde se pueden demarcar las capas de la córnea, incluida la membrana de descemet y el endotelio. Esto ha permitido reconocer cambios estructurales celulares desde sus comienzos, y hacer seguimiento a los mismos.1

La MC se basa en el principio de la coincidencia entre la dirección de la iluminación y el tejido objetivo. Lo que los ubica en el mismo plano, de aquí el nombre de confocal, de esta manera, las limitaciones que presentan los microscopios convencionales como el desenfoque luminoso y la disminución en la calidad de la imagen, son superadas por esta tecnología. En la evolución del desarrollo de equipos basados en este sistema, se ha logrado la observación de los núcleos celulares gracias a la alta resolución. La MC por lo tanto, ha servido bien al desarrollo de procesos de investigación, así como ha aumentado su aplicación clínica.1

Esta recapitulación conduce a identificar la aplicación de esta técnica diagnóstica, en la detección precoz de alteraciones causadas por la radiación UV, que se distribuye por todas las esferas de los ambientes proporcionados por la naturaleza.

Grupcheva et al 2018, utilizó esta técnica para determinar los cambios estructurales corneales derivados de una exposición normal a UV en un período de 4 meses. Se encontraron alteraciones sensibles en términos de la disminución de la densidad epitelial basal, y lesiones quísticas en conjuntiva. Aunque estos cambios no tuvieron significancia clínica, los autores advierten que no se descarta un efecto acumulativo importante.2

Abedi et al 2018, también utilizó la microscopía láser confocal para demostrar la degeneración, en los nervios sub-basales corneales, y su posterior regeneración gracias al tratamiento mediante suero autólogo, y loteprednol, en un paciente con queratitis punteada superficial por exposición a radiación UV. El estudio mostró la evolución positiva del tratamiento 12 semanas posteriores a su inicio, indicando esta posibilidad terapéutica como ideal para el caso clínico mencionado.3 Ver figura 1.

Figura 1. A la izquierda se observan zonas de fractura en una capa sub-basal amputada, y pérdida de la densidad nerviosa. A la derecha, posterior al tratamiento, se aprecia aumento de la densidad de los nervios y resolución de la amputación mediante regeneración.

Xu et al 2020, dio un uso interesante a esta técnica. El principal objetivo de su investigación, fue determinar la posible relación sinérgica entre la radiación UV y la administración de gotas oftálmicas, con cloruro de benzalconio (BAK) como preservante. A través de la MC, evaluó el comportamiento de células epiteliales corneales humanas, a través de la exposición directa a la radiación UV, al BAK, y de manera combinada. Los resultados revelaron que los daños producidos por la combinación entre BAK y UV, eran mayores, con modificaciones celulares más aceleradas; de hecho, se presentaron más cantidad de células apoptóticas.4 Ver figura 2.

Figura 2. Se muestra la cantidad de células muertas (rojo), frente a la exposición combinada de UV y BAK a diferentes concentraciones. Técnica utilizada: escaneo láser confocal.4

Bolek et al 2020, mostró en su investigación, que el tratamiento del papiloma conjuntival, mediante interferón α-2b, que, entre otras cosas, uno de los mayores factores de riesgo para su aparición es la exposición a UV, permitió una completa regresión de la lesión, incluso en un periodo de monitoreo de 14 meses sin recurrencia de la lesión. Toda la evaluación de la conjuntiva, especialmente en la zona del limbo donde mayor prevalece esta lesión, se realizó mediante microscopía confocal.5

Como se observó, los estudios experimentales o de intervención, son aplicaciones ideales de una técnica diagnóstica como la microscopía confocal; es más, se apreció también su utilidad en la evaluación de los posibles cambios ejercidos por la radiación UV.

REFERENCIAS

1.        Raul Martin. Cornea and anterior eye assessment with slit lamp biomicroscopy, specular microscopy, confocal microscopy, and ultrasound biomicroscopy. Indian J Ophthalmol [Internet]. 2018;66(2):105–201. Available from: www.ijo.in

2.        Grupcheva CN, Grupchev DI, Radeva MN, Hristova EG. UV damage of the anterior ocular surface – microstructural evidence by in vivo confocal microscopy. Contact Lens Anterior Eye [Internet]. 2018;41(6):482–8. Available from: https://doi.org/10.1016/j.clae.2018.06.004

3.        Abedi F, Hamrah P. Corneal subbasal nerve recovery in an acute case of ultraviolet keratitis treated with autologous serum eye drops. J Ophthalmol. 2018;2018(Ivcm).

4.        Xu M, Sivak JG, McCanna DJ. Ocular toxicology: synergism of UV radiation and benzalkonium chloride. Cutan Ocul Toxicol [Internet]. 2020;39(4):370–9. Available from: http://dx.doi.org/10.1080/15569527.2020.1833027

5.        Bolek B, Wylȩgała A, Teper S, Kokot J, Wylȩgała E. Treatment of conjunctival papilloma with topical interferon alpha-2b – Case report. Med (United States). 2020;99(7):4–7.

Departamento Editorial Grupo Franja

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