Llega un nuevo año, con él todas las promesas por cumplir típicas de un nuevo ciclo. Cada vez que finalizan 365 días de nuestras vidas, tenemos la oportunidad de obtener nuevos logros y cambiar hábitos que comúnmente son financieros o personales, pero ¿por qué no cambiar algunas costumbres profesionales?
He leído en redes sociales de muchos colegas que el 2020 será el año de los profesionales de la salud visual por aquello de la analogía numérica con el tan reconocido valor de la “visión perfecta”. Pues queridos lectores, quiero reafirmar la teoría de varios de ustedes y recordarla a quienes la han olvidado: No todo 20/20 es garantía de salud visual, ni mucho menos de salud ocular.
Son frecuentes los pacientes que a menudo llegan con múltiples síntomas en sus ojos, relacionados con sus actividades cotidianas como la lectura, el uso de computador, realizar ejercicio, entre otros. Muchos de ellos al tomarles la agudeza visual presentan el 20/20 e incluso niveles más agudos, pero sabemos muy bien que, además de los bien conocidos problemas acomodativos, nuestros pacientes pueden presentar deficiencias lagrimales o alergias oculares crónicas que generan molestias sin afectar la visión. ¡Pilas! Una cosa es la salud visual y otra la salud ocular.
Así que hagamos de esta analogía, de este cierre de década (si cierre porque la nueva empieza a partir del 2021) una circunstancia especial para demostrarle a toda la población que impactamos día a día, lo importante de nuestra labor, lo mucho que sabemos, lo mucho que estudiamos, para solucionar, en la medida de las posibilidades profesionales, todo aquello que los aqueja, porque no hay paciente más agradecido que aquel que siente que ha sido tratado como un ser humano. Nuestro propósito de ahora en adelante, darle a nuestros pacientes “Una nueva visión: Más allá del 2020”
Autor
Ella J. Rojas
Optómetra Universidad de La Salle
Especialista Dirección de Recursos Humanos Universidad Católica Argentina
Coach Ontológico. Neurodidáctica