Pagaremos con trabajo para adquirir cosas y nos pagarán igual. Al inicio tendremos pocos usuarios que atender, nuestros productos tendrán precios más bajos, aquellos que tienen labor de oficina, trabajarán más días desde la casa y quienes están en consultorios y ópticas usarán nuevos elementos de trabajo, de atuendo y aplicarán con juicio protocolos saludables. Evitaremos el contacto con otras personas, en especial desconocidos y entre otras razones, por eso, usaremos más los medios virtuales para compartir, educarnos, comprar y hacernos conocer. En el corto plazo, algunos, iniciarán propuestas de comercio electrónico, mientras que la mayoría, tiempo después, obligatoriamente, tendrá que hacerlo.
Haremos consultas a domicilio, realizaremos evaluaciones visuales y oculares a distancia a través de aplicaciones y tecnologías alcanzables bajo el concepto de telemedicina y entenderemos el concepto de la inteligencia artificial para llevarlo a la práctica clínica, técnica y comercial. El mayor enfoque estará en mantener nuestra salud y la de los usuarios como la base más importante para generar ingresos.
Las estrategias de la comunidad salud visual estarán enfocadas en la población, mensajes sobre cómo mejorar su percepción, rendimiento, salud, estética, sobre cómo nuestros servicios y productos son la mejor opción para lograr su bienestar. Ellos, con base en nuestra propuesta, sentirán la tranquilidad de ingresar a un establecimiento de salud visual, por su bioseguridad, servicio y preocupación auténtica por su salud y bienestar. Por eso cada vez más personas acudirán a nuestros establecimientos y la actividad se reactivará.
Amigo lector, lo que vivimos se volverá normal y es posible que podamos, como esta introducción, registrar una historia positiva del impacto de este momento en nuestra labor. Y lo lograremos si seguimos con este nuevo contagio que la comunidad de la salud visual está transmitiendo de corazón a corazón: solidaridad, esperanza y amor. Tres palabras que no desaparecen problemas, pero que evidencian lo que realmente es fundamental en nuestra vida. Todo cambió de forma repentina, del ritmo frenético al espacio de nuestros hogares, de los compañeros de trabajo a la familia, de la abundancia a la estrechez, de la mente saturada a la reflexión profunda. Hemos disfrutado cosas que antes no, pero estamos preocupados por el futuro incierto de nuestras familias, trabajos y empresas.
Por eso convoco a la esperanza que debemos tener especialistas, propietarios, proveedores y empleados de la comunidad de la salud visual, ya no es el tiempo del egoísmo, porque el desafío que enfrentamos nos une como colectivo. No es el tiempo de la indiferencia, porque el sector está en crisis y unidos podemos superar el momento y fortalecer a largo plazo nuestra actividad. Si, unidos con solidaridad podremos encontrar soluciones innovadoras, la solidaridad, es la alternativa para superar los intereses particulares y la tentación de volver al pasado. No es tiempo de división, no es momento de presentar estrategias que desprestigien la especialidad, es hora de poner fin a la división que existe entre especialistas, propietarios y proveedores, a la competencia de precios irracional, de vender con falsas promesas, de engañar al Estado, de competir y trabajar deslealmente. Es tiempo de conversar y hacer acuerdos, de enviar mensajes estratégicos e inteligentes, para que nos dediquemos a cuidar el bienestar de las personas a través de nuestro trabajo.
Y nos queda el más poderoso de los sentimientos, el amor, en esta difícil situación que vivimos, cada uno de nosotros está convocado a realizar con auténtico amor su labor como aporte al crecimiento de la comunidad de la salud visual. El servicio con amor será la estrategia más fuerte para la fidelización de su establecimiento. Y con el amor está invitado a juntarse a sus colegas y vecinos para compartir ideas y establecer estrategias.
No estamos solos, nos tenemos los unos a los otros, con solidaridad, esperanza y amor nuestra comunidad de la salud visual se fortalecerá. No volvamos atrás cuando este momento haya pasado, no desaprovechemos la ocasión, no hagamos que tanto dolor haya sido en vano.