En la sociedad actual, se está produciendo un incremento en la esperanza de vida cada año, lo cual está generando un aumento significativo de la población présbita. Por ello, no es de extrañar que los laboratorios de lentes oftálmicos progresivos sigan intentando mejorar sus diseños y más en una sociedad donde las necesidades visuales son cada vez más exigentes. Por ello investigadores de la Universidad de Alicante y de la Universidad de Valencia se propusieron evaluar el impacto en la calidad de vida del paciente de dos diseños diferentes de lentes oftálmicos progresivos. Se emplearon para tal fin los cuestionarios VF-14 y VFQ25, los cuales se realizaron a un total de 31 usuarios de lentes progresivos, 19 de lentes de gama alta y 12 de lentes de gama más básica. Todos ellos presentaban una agudeza visual 0,8 o superior. Los resultados se publicaron en la revista Gaceta de Optometría y Óptica Oftálmica.

Discusión

En primer lugar, el cuestionario VF14 muestra una puntuación media superior en el caso del lente progresivo de gama alta, pero la diferencia no resultó estadísticamente significativa. Esto muestra una cierta tendencia a mejorar la puntuación de la calidad de vida con el progresivo de gama alta. Por otro lado, observaron, que para el cuestionario VFQ25 hubo una tendencia de la misma índole. Esto sugiere que el tipo de lente progresivo tiene una influencia limitada en el nivel de calidad de vida global del paciente, pero la tiene. Son necesarios estudios con tamaños muestrales mayores para corroborar estas tendencias. Al analizar las subcategorías del test VFQ25 una por una, se aprecian algunas diferencias entre grupos:

  • Subcategoría visión en tareas de cerca: esta subcategoría analiza la dificultad de realizar tareas como leer el periódico, hacer trabajos o pasatiempos, o encontrar algo en una repisa. Se trata de valorar el impacto en tareas cotidianas que implican un uso de la visión en cerca. En la muestra, la puntuación media para esta subcategoría fue significativamente mejor en el caso del usuario de gama alta comparado con el de gama básica.
  • Subcategoría visión lejana: esta subcategoría describiría como afecta el uso del lente oftálmico progresivo a tareas como leer el nombre de una tienda o el letrero de una calle, la dificultad en el cine o el teatro, o la dificultad a la hora de bajar un bordillo, o un escalón cuando hay poca iluminación, situación siempre muy conflictiva en el uso de lentes oftálmicos progresivos. Analizando la categoría, una vez más, volvieron a obtener una mejor puntuación en el caso del lente oftálmico de gama alta. Sin embargo, en esta ocasión, no se obtuvieron diferencias estadísticamente significativas. Hay que recordar que a nivel óptico en la zona de visión de lejos apenas existen diferencias entre ambos lentes. Los mayores problemas en cuanto a aberraciones por astigmatismo de incidencia oblicua se aprecian en periferia y pueden afectar a la visión en tareas de cerca.
  • Subcategoría visión periférica: observaron una mayor puntuación en el grupo del lente oftálmico progresivo de gama alta, lo cual resultaba esperable teniendo en cuenta que este lente está diseñado para minimizar las aberraciones de astigmatismo por incidencia oblicua, minimizando así las aberraciones que se observan en el lateral de los lentes progresivos. La diferencia entre grupos se halló en el límite de la significación estadística, por lo que sería necesario repetir el estudio con un mayor tamaño muestral que permitiera confirmar esta tendencia.
  • Subcategoría conducción: en el caso de la conducción, aunque siguieron sin obtener resultados estadísticamente significativos, hay que resaltar que la puntuación media del grupo de lente de gama más básica era mejor. Esto puede hallarse sesgado debido al hecho de que algunos pacientes del grupo de gama básica indicaron no conducir nunca o haberlo dejado por otros motivos. De hecho, que no usen su gafa para conducir podría indicarnos que no están cómodos conduciendo con ella o no les aporta suficiente seguridad.

Conclusiones

Aunque los investigadores no pueden afirmar de forma categórica que la calidad de vida de los usuarios de lente oftálmico progresivo mejora con la elección de un lente de gama alta, sí pueden afirmar que para las tareas en visión próxima y en lo referente a la visión periférica el impacto es significativamente más positivo con el lente de alta gama comparada con el de gama básica. Para poder confirmar o descartar definitivamente la relación existente en el resto de categorías, sería muy interesante repetir el estudio con una muestra mayor y más igualada, donde podrían obtener unos datos con una mayor consistencia estadística.

 

Autores:

Cristina Guerra Fernández. Coleg. 20.438 Máster Universitario en Optometría Avanzada y Salud Visual por la Universidad de Alicante

David P. Piñero Llorens. Coleg. 11.103 Profesor/Investigador. Departamento de Óptica, Farmacología y Anatomía. Universidad de Alicante

Mercedes Basulto Marset. Coleg. 9.094 Profesora asociada de la Universidad de Valencia

Fuente:

https://www.cgcoo.es/ediciones/noviembre-2017

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