Se estima que la presbicia afectará casi 2 mil millones de personas para el año 2050 y hasta ahora los anteojos son el método más antiguo de corrección de esta, siendo los lentes de contacto (LC) y la cirugía refractiva soluciones alternativas. El sistema de corrección con monovisión por medio de LC se ha utilizado desde los años sesenta; posteriormente, también se aplicó en cirugía refractiva. Una encuesta internacional informó que el 22% de las personas a las que se les prescribió LC para corregir la presbicia (para evitar el uso de gafas de lectura) se les realizó con monovisión. Con este sistema, un ojo se corrige para lejos (generalmente el ojo dominante) y el otro para cerca. De esta manera, ambos ojos contribuyen a la visión y se puede lograr una visión clara a todas las distancias.
El nivel de éxito subjetivo de la monovisión es en general alto con porcentajes entre 59% y 67% en usuarios adaptados con LC, y entre 80% y 96% en pacientes con cirugía. Aun así, se han notificado varios problemas con la monovisión, ya que es una forma de anisometropía inducida, que causa una superposición de una imagen enfocada sobre una borrosa, lo que implica un cierto grado de supresión. Además, puede inducir un deterioro de la estereopsis. El estrés inducido por la monovisión puede afectar el análisis visual en las actividades diarias al disminuir el procesamiento de la información, pero la evidencia que respalda esta afirmación es limitada. En estudios que usaron el desempeño de manejo simulado comparando la monovisión con otras correcciones visuales para la presbicia, esta no alteró los parámetros de movimientos oculares (MO) registrados. De todos modos, el rendimiento de lectura rara vez se considera en los estudios que examinan la corrección de la presbicia, y se mide solo en términos de velocidad de lectura, como el número de palabras por minuto (NPM). Parece que no hay estudios sobre el efecto de la monovisión en el comportamiento de lectura que midan los índices objetivos que reflejen los detalles temporales y espaciales del proceso de lectura, como los proporcionados por las grabaciones de los MO.
ESTUDIO
Se realizó un estudio prospectivo cruzado experimental basado en un diseño de medidas repetidas, para examinar el efecto de la corrección de LC de monovisión convencional en la lectura en un grupo de 15 participantes (8 hombres y 7 mujeres, entre 45-57 años, con ADD +1.75 D). Los criterios de inclusión fueron la ausencia de cualquier patología ocular, présbitas que nunca habían usado monovisión, tener una buena visión binocular y una buena estereopsis y una AVCC no inferior a 0,1 (logMAR) con una diferencia entre los dos ojos inferior a 0.1 logMAR.
Se examinó la motilidad ocular utilizando una prueba de forias disociadas (a distancia y cerca a través de una prueba de cover test y barra de prismas), reservas de fusión (a distancia con barra de prismas) y cerca con el punto de convergencia para detectar cualquier anomalía de la visión binocular. La dominancia ocular se determinó mediante la prueba de Miles.
En la investigación se registraron los datos de los participantes, mientras que leían conjuntos de palabras, no palabras (cadenas de letras que se utilizan para crear un elemento legible que en realidad no es una palabra y no tiene significado) y pasajes de texto (permitió evaluar el desempeño de los présbitas en una condición comparable a las situaciones de lectura de la vida cotidiana) para evaluar si la monovisión afectaba su lectura. Los conjuntos de elementos no relacionados (palabras o no palabras) representan una prueba sensible, que es más probable que sea eficaz para detectar los efectos de la monovisión en el procesamiento de lectura, ya que requieren un examen visual fino de los materiales ortográficos, los grupos de palabras no relacionadas requiere una inspección más profunda del texto con respecto a los pasajes de texto (porque no existe un contexto significativo), mientras que los grupos de no palabras pueden a su vez ser más sensibles que los de palabras al resaltar los posibles efectos estresantes de la monovisión, ya que el lector no puede resolverlos basándose en el contexto o en el léxico visual, sino sólo a través de un análisis de cada elemento.
Se compararon tres condiciones utilizando LC de descarte diario: punto de partida (corrección para cerca en ambos ojos), monovisión convencional (corrección a distancia en el ojo dominante, corrección para cera en el ojo no dominante) y monovisión cruzada (la inversión de la monovisión convencional). Se analizaron las medidas de comportamiento (velocidad y precisión de lectura) y los parámetros de MO (duración de la fijación individual, número de fijaciones, tiempo de permanencia por artículo, porcentaje de regresiones y porcentaje de elementos omitidos). Se encontró que, al leer pasajes, no se observaron diferencias en el comportamiento en las medidas de los MO en ninguna comparación de las tres condiciones. Además, el número de fijaciones y el tiempo de permanencia aumentaron significativamente, tanto para la monovisión convencional como para la cruzada con respecto a la línea de base, solo en grupos de palabras y no palabras. La monovisión no alteró apreciablemente el procesamiento visual al leer textos, pero se observó un poco de estrés del patrón de MO con grupos de elementos no relacionados o sin significado con la monovisión, que requieren que el lector tenga un procesamiento visual controlado más profundo.
Consistente con investigaciones anteriores, este estudio mostró que la monovisión en un grupo de présbitas sin tratar produjo un patrón complejo: por una parte, la monovisión determinó una caída de la estereopsis, un aumento del nivel de supresión, una disminución de la AV de lejos en el ojo corregido de cerca y una ligera disminución de la agudeza de lectura y tamaño crítico de impresión (TCI) con respecto a la condición equilibrada de ambos ojos corregidos para cerca. Por otro lado, hubo una mayor agudeza de lectura y un TCI más pequeño que los obtenidos con la refracción subjetiva de lejos, lo que significa que el présbita ahora puede leer pequeños caracteres tipográficos gracias al LC que corrige la visión de cerca en un ojo, a pesar de que el otro ojo lleve una corrección para lejos.
Además, al examinar por primera vez los rasgos de MO durante la lectura con monovisión, este estudio no encontró ningún efecto significativo del uso de monovisión en la lectura de pasajes de texto con respecto al uso de una condición balanceada con ambos ojos corregidos. Este hallazgo es importante ya que los MO son presumiblemente muy sensibles para detectar incluso pequeños efectos en el escaneo visual. La eficiencia de la lectura de pasajes de texto en condiciones de monovisión se confirma al observar que la omisión de palabras, una característica típica de la lectura con experiencia, no se vio afectada por la monovisión. Dado que este estudio ha tratado de explorar por primera vez el efecto de la monovisión en los MO, quedan abiertas varias preguntas para futuras investigaciones.
En primer lugar, en este estudio, solo se usó un nivel de poder de adición de (+1.75 D) para inducir una tensión relevante para ser detectada por medidas de los MO. Los especialistas son conscientes de que un nivel de adición mayor puede ser crítico para la adaptación y el éxito de la monovisión, ya que cuanto mayor sea el poder de adicción, más fuerte será el estrés binocular inducido. Es posible que niveles de adición superiores a +1.75 D puedan afectar los MO en la lectura de manera diferente a los resultados actuales que, por lo tanto, no pueden extenderse a otras potencias de corrección.
Por ejemplo, se podrían estudiar niveles más altos de adición, que suelen utilizar las personas mayores (por ejemplo, mayores de 60 años); sin embargo, la monovisión no es óptima con adición mayores de +2.00 D. Se necesita más investigación para comprender el efecto de los niveles de potencia de adición diferentes a los utilizados en este estudio.
• FABRIZIO ZERI • SHEHZAD A. NAROO
• PIERLUIGI ZOCCOLOTTI • MARIA DE LUCA
Adaptado de: Scientifc Reports, vol 8, Art. No: 15574 (2018)